NAIM, Tren Toluca y Paso Exprés exhiben problemas crónicos de la contratación pública en México
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México Evalúa presentó la iniciativa ¡Ojos a la Obra! para observar la transparencia, eficiencia y eficacia de los proyectos de infraestructura.
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Las licitaciones no están garantizando suficiente competencia: se observa alta descalificación y sólo se revisa completamente una tercera parte o menos de las propuestas presentadas.
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Ninguno de los proyectos ha publicado información vital para fortalecer la rendición de cuentas y combatir la corrupción: subcontrataciones y pagos.
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Realizar las licitaciones de NAIM tomó 75% más del tiempo programado. La licitación que más se desfasó aumentó 270% lo planeado.
La mayor parte de las licitaciones abiertas observadas para tres proyectos emblemáticos –Tren Toluca, Paso Exprés y Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México- no cumple el estándar mínimo de competencia deseable. Así lo expuso Edna Jaime, directora general de México Evalúa, al presentar los resultados del primer análisis ¡Ojos a la Obra! que estudia las contrataciones públicas de estos tres proyectos. A partir de los resultados, la organización propone acciones para incrementar el valor que se obtiene a cambio de la inversión en obra pública en México.
Mariana Campos, coordinadora del proyecto ¡Ojos a la Obra!, señaló que el estudio evidencia fallas sistemáticas en la preparación de los proyectos de infraestructura. En consecuencia, los procesos de construcción inician sin contar con un diseño del proyecto suficientemente desarrollado, e incluso hay casos en los que ni siquiera está contratada la supervisión. Esto deriva en que las obras sean ineficientes, lo que llega a comprometer su efectividad. Así, fue necesario realizar retrabajos para la barda perimetral del NAIM, cambios de trazo del Tren Toluca y la definición del diseño del proyecto a la par de los trabajos en el Paso Exprés.
El estudio también demuestra que el tiempo invertido en la adjudicación de contratos se ve afectado por esa falta de preparación y por un uso ineficiente de la tecnología. De esta manera, se evidencia la urgencia por transitar hacia la era digital, lo que incluye promover que CompraNet sea completamente transaccional, de forma que todo el ciclo de la contratación se efectúe ahí.
En el caso del NAIM, el reporte da cuenta de una muestra de contratos por un total de 129 mil 582 millones de pesos – 84% del monto del contratado a agosto del 2018- , para la cual sólo el 27% de concursos o licitaciones se adjudicó el contrato con suficiente rivalidad, es decir, mediante licitaciones en las que se evaluaron completamente más de cinco proposiciones solventes. En algunos casos se observó que sólo fue evaluada completamente una oferta, derivando en una contratación que, en la práctica, no es distinta de la adjudicación directa.
Los niveles de competencia observados en el Tren Toluca, fueron similares y en el Paso Exprés fueron menores. En el primer caso, desde un inicio se registró una baja afluencia de proposiciones, un promedio de seis participantes por licitación, y en siete concursos sólo asistieron menos de cuatro oferentes. En el Paso Exprés, la situación fue peor; la descalificación de licitantes alcanzó el 91%, lo que implicó elegir al contratista del principal contrato entre 2 de las 23 propuestas iniciales. En todos los casos se identificaron diversas prácticas de abuso de los requisitos que impiden garantizar las mejores condiciones de contratación.
Mariana Campos subrayó que la falta de preparación de los proyectos, aunada a la forma en la que se evalúan las licitaciones, por medio del precio más bajo, no promueve las mejores condiciones de contratación para el Estado mexicano. Darle el mayor peso al precio no genera información útil a la toma de decisión cuándo el diseño del proyecto no está listo, ya que no es posible cotizarlo de manera realista
En materia de transparencia, el estudio revela que ninguno de estos proyectos publicó información de los estudios de mercado, las proposiciones (ofertas), las subcontrataciones, los pagos, los informes de supervisión y auditoría interna, siendo información vital para la rendición de cuentas y que debe publicarse de acuerdo con los estándares internacionales.
No obstante, en el caso del NAIM se observaron avances importantes: se publicó información adicional sobre sus contrataciones que no suele estar disponible al público y se observaron mayores niveles de cumplimiento de lo que está obligado publicar: todos los fallos y todos los contratos, los convenios modificatorios. Lamentablemente, estos esfuerzos son atípicos y no están regulados, por lo que nada garantiza que permanezcan en caso de que el proyecto continúe o se retome para el desarrollo de otros proyectos de infraestructura. Por eso, México Evalúa subraya la necesidad de reformar las leyes de contratación con un estándar más amplio de obligaciones de transparencia.
“México necesita reducir la brecha de infraestructura si quiere superar su pobreza, desigualdad y corrupción. Invertir más y mejor no será suficiente para abatir por completo estos problemas, pero sí absolutamente necesario”, consideró Edna Jaime. Enfatizó que nada de esto se ve cerca mientras las autoridades continúen avalando o descartando proyectos a partir de su posición política, con perspectivas de corto plazo y limitadas por ciclos electorales. “La generación de infraestructura debe ser una decisión de Estado y no de gobiernos”, afirmó.
Durante la conferencia de prensa, José Octavio López Presa, miembro del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), y Joel Salas, Comisionado del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), coincidieron en la importancia de revisar las prácticas utilizadas en los proyectos de obra pública para avanzarlas, así como de fortalecer y construir una ciudadanía activa y participativa durante todo el ciclo de la obra pública.