México, sin políticas de bienestar ante covid-19
Mariana Campos (@mariana_c_v) | Animal Político
Para México, la emergencia sanitaria tendrá repercusiones económicas estratosféricas. Se espera que el PIB del segundo trimestre caiga cerca de 15%, una cifra difícil de digerir, por el nivel de desempleo y la falta de ingreso que va a ocasionar. ¿Cuántos niños dejarán de hacer sus tres comidas a causa de este golpazo económico?
El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), uno de los think tanks más activos en temas de movilidad y bienestar sociales, estimó que si el Gobierno no interviene con políticas efectivas para mitigar el desempleo y el cierre de empresas, existe el riesgo de que alrededor de 20 millones de personas[1] se sumen a la pobreza. Por descontado, los niveles de recaudación se debilitarán brutalmente.
Debido a la gravedad de la crisis inminante, se esperaba que el Gobierno tuviera definidos a inicios de abril una lista de instrumentos gubernametales o políticas públicas estratégicas para amortiguar el golpe al empleo u ocupación –es decir, al ingreso– de los mexicanos.
Aislamiento en el contexto internacional
El informe de Andrés Manuel López Obrador del domingo 5 de abril decepcionó a muchos mexicanos, pues confirmó que el Gobierno no considera necesario apoyar mucho más allá de algunos programas de crédito y medidas para que los bancos puedan aplazar los pagos de sus acreditados. En lo elemental, puso por delante la misma lista de instrumentos que presentó en tiempos de campaña; iniciativas que no fueron pensadas para la situación actual. Se sintieron como una receta para aliviar una infección de garganta cuando lo que el enfermo tiene es una úlcera gástrica.
Si las empresas mexicanas se sienten solas, es que sí lo están. Eso se percibe al constatar que los gobiernos de varias decenas de países ya tienen definidos muchos y muy diversos intrumentos de política económica, fiscal y financiera para intervenir sus economías. El gobierno del ‘Bienestar’ parece más una maquinaria de producción de eslóganes que una institución a favor del interés de los mexicanos.
México es un país de desarrollo intermedio. En efecto, está lejos todavía del estatus o grado de avance que se observa en la mayoría de los países de la OCDE. Pero no olvidemos que su economía es una de las más grandes del mundo: la decimoquinta. Las escasas políticas –y de un solo tipo, el financiero– que ha “habilitado” para hacer frente a la emergencia no se corresponden con su potencia económica, aunque dicen mucho de la capacidad y efectividad en la toma de decisiones de su Gobierno federal.
Veámoslo a detalle.
Según datos recopilados recientemente por el Banco Mundial[2], los países están interviniendo sus economías con total de 558 instrumentos –políticas o programas públicos adicionales o específicos para aminorar los efectos de la crisis en las economías–, que se clasifican en 10 tipos: 1) Créditos; 2) Apoyos directos al empleo; 3) Medidas fiscales; 4) Costos de negocios; 5) Ambiente de negocios; 6) Demanda agregada; 7) Regulación; 8) Asesoría de negocios; 9) Apoyo a la producción, y 10) Ascenso de negocio.
El 83% (458 instrumentos) se concentran en los primeros tres tipos, que explicamos a continuación:
- El 33.6% de los instrumentos se dirije a aumentar la disponibilidad de crédito desde el Gobierno, ya sea directamente a través de la banca o ambos. Esto es consistente con la falta de liquidez que esta crisis está sembrando, como primer impacto, en todas las economías del mundo.
- Otro 32.6% de los instrumentos se orienta a apoyar de manera directa el empleo, ya sea formal o informal. Es muy común que los gobiernos aumenten las perrogativas ordinarias de sus programas de apoyo. Es decir, que dupliquen, por ejemplo, los beneficios regulares del seguro de desempleo o que ponga en marcha uno nuevo.
- Y el 16.6% (93) de los instrumentos habilita medidas fiscales en 50 países para apoyar a las empresas y personas físicas, a la parte formal de las economías. Hay seis tipos de medidas fiscales por orden de importancia, ¿qué atienden?
- El 62.4% de estas medidas busca reducir los pagos de impuestos (IVA, contribuciones a la seguridad social, impuestos a la nómina o laborales) a través de reducción en tasas, créditos fiscales, exenciones, subsidios fiscales o diferimientos de pago.
- 44.8% reduce el impuesto corporativo.
- 6.9% pretende devolver más rápido los impuestos pagados cuando sea el caso –una política que en México se ha operado en los últimos años–.
- 5.2%, incentivos para promover el gasto de capital.
- Programas de gasto (Argentina)
- Programas de gasto fiscal focalizados a sectores específicos (Indonesia).
Por lo demás, las políticas públicas que se dirigen a reducir los pagos de IVA y contribuciones a la seguridad social están siendo adopadas en 39 países, en todos los continentes. Entre éstos, destacan países peers de México, que son gobernados por distintas corrientes ideológicas, tanto de ‘derecha’ como de ‘izquierda’. Hablamos de Argentina, Brasil, Chile, Colmbia, Costa Rica, Paraguay y Uruguay. También hay 18 países que están adaptando las políticas para aminorar la carga del impuesto corporativo, en donde se incluyen varios de América Latina y Canadá, éste último socio comercial relevante para México. Por otro lado se encuentra Estados Unidos, que destaca por adoptar políticas de apoyo directo al empleo, también ausentes en México.
El modelo asiático y la escuálida respuesta mexicana
Es importante comentar el caso de China y otros países asiáticos, como Corea, Singapur, Tailandia e Indonesia, que están utilizando una potente batería de políticas públicas para mitigar los efectos de la crisis en sus economías. China es el país que ha puesto en marcha el mayor número de políticas públicas (33) para atenuar los efectos de la pandemia –claro, su economía es la que ha sufrido durante más tiempo–. Casi la mitad de sus políticas son de tipo financiero –para aumentar la liquidez o acceso al crédito–, pero también de tipo fiscal. En este último renglón destaca dos medidas: 1) Las pymes están exentas del pago de contribuciones a la seguridad social y las grandes empresas no pagan la mitad de dichas contribuciones; 2) Hay medidas especiales para la provincia de Hubei y también para ciertas industrias, en las que se concentra el impacto económico negativo producto de las medidas de contención de la pandemia: hotelería, restaurantes, servicios personales, transporte, entre otros.
¿Y en México? Hay tres políticas registradas de dos tipos: el aumento en la oferta de créditos gubernamentales, el aplazamiento del pago de créditos comerciales así como regulación financiera para que los bancos se abstengan de pagar dividendos o recomprar acciones o adoptar cualquier otro mecanismo destinado a recompensar a los accionistas que puedan mermar su liquidez. Quizá también podría enlistarse la aceleración en la devolución de impuestos, que se hará en no más de tres días –por lo demás, esta medida ha sido adoptada también en años anteriores, por ejemplo, en 2019, cuando se prometió devolverlos en cinco días en lugar de los 40 del plazo oficial; esto sugiere que el impacto en las circunstancias actuales será poco significativo–.
¿Cuáles son las lecciones para México? En primer lugar, que nos faltan políticas de apoyo directo e indirecto al empleo y a las empresas, por lo menos en la línea del tipo 2 y 3 que ya explicamos. Los países de nivel de ingreso similar a México están adoptando varias de estas políticas, así como nuestros principales socios comerciales, pero la realidad nos pone en el grupo de Haití, Belice o Nigeria, que tienen un ingreso menor al de México. Es decir, todo indica que podemos y debemos hacer una mayor inversión para adoptar más medidas.
Por último, el enfoque regional está ausente, y tampoco tenemos algo dirigido en especial a las industrias más afectadas. De regreso a China: mucho podemos aprender de quienes ya pasaron por ahí; de los países que han sufrido un cierre operativo prolongado.
Estos son tiempos para para desplegar verdaderas políticas del bienestar, pero parece que para nuestro gobierno esa palabra no es mucho más que un lema.
[1] https://ceey.org.mx/hacia-un-plan-integral-para-atender-las-consecuencias-economicas-de-la-pandemia-de-coronavirus-en-mexico-2/
[2] Mapa de medidas económicas de apoyo a PyMEs como respuesta a COVID-19, Dataviz del Banco Mundial, 2020. Fue consultado el jueves 9 de abril de 2020, al ser una herramienta en continua actualización los datos del artículo pueden no coincidir con datos consultados posteriormente.