La paradoja energética: motivos para abandonarla


Los esfuerzos que pretende la integración energética de América del Norte han sido frenados porque el Gobierno de México, liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, considera que la ruta trazada por sus predecesores es equivocada. Según su juicio, todo lo realizado desde 1994, cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), violenta la soberanía nacional. Hasta 2018, año de la toma de posesión de López Obrador, la integración energética se había impulsado en el marco del T-MEC, un nuevo acuerdo comercial entre México, Canadá y Estados Unidos que sustituyó al TLCAN y fue firmado por el actual Gobierno en contradicción con su discurso soberanista. Dada la coyuntura geopolítica, este nuevo pacto implica una oportunidad que podría dar seguridad energética a millones de consumidores en la región, facilitaría el cambio tecnológico hacia energías más limpias, y permitiría a México atraer muchas inversiones que detonarían nuevos empleos, una mayor recaudación y, por tanto, crecimiento económico.

En este marco, el presente estudio define “la paradoja energética mexicana” al vaivén entre políticas proteccionistas y políticas aperturistas. Este trabajo expone con más detalle en qué consiste la oportunidad ante la que nuestro país se encuentra. El documento que tiene en sus manos hace un recorrido en el tiempo para entender los resultados que ha tenido la política energética, y una revisión de sus efectos en el desempeño de la economía, a fin de lograr una compilación de evidencia que contribuya a discernir cuál de las dos visiones, la proteccionista o la aperturista, garantiza a los mexicanos, con mayor probabilidad, energía limpia, asequible y de calidad.