La importancia de las alertas tempranas por violencia feminicida: el caso Neza
Por Magda Ramirez (@magdaramirez09) y Maximilian Holst (@mxholst)
Todavía en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en México Evalúa subrayamos nuestro convencimiento de que la crisis de violencia contra las mujeres es un problema que está mermando seriamente su derecho a vivir con libertad. Por otra parte, sabemos que los delitos relacionados con la violencia en el ámbito familiar son fenómenos recurrentes y están asociados de manera estrecha con los homicidios de mujeres y feminicidios —así lo muestran están los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU 2020-III): el 64% de los casos de violencia familiar a nivel nacional afecta directamente a las mujeres—.
Con la experiencia que nos ha dado el trabajo cercano con la policía y los vecinos de Nezahualcóyotl, hoy queremos analizar lo que están viviendo y sufriendo en sus hogares las mujeres de ese municipio mexiquense, uno de los más poblados y complejos del país, y proponer una vía de salida. Y es que de acuerdo con el Inegi, en Nezahualcóyotl se registraron 144 defunciones de mujeres por presunto homicidio doloso entre 2014 y 2019; 33% de ellas fueron asesinadas al interior de una vivienda particular. En comparación, el porcentaje de mujeres que perdieron la vida al interior de una vivienda a nivel nacional es de 28%.
De acuerdo con las llamadas de emergencia realizadas por mujeres, el 46% indican a la pareja o expareja sentimental como el principal agresor.
La ENSU también revela que en Nezahualcóyotl hubo 89,521 eventos de violencia familiar entre enero y septiembre de 2020, que afectaron a cerca de 57,435 mujeres. Sin embargo, durante el mismo periodo se abrieron únicamente 952 carpetas de investigación por este delito en el municipio, de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP); eso significa que no se denuncia el 98.3% de estos delitos, una cifra negra muy alta.
¿Qué nos dicen la evidencia empírica y los datos?
Diversos trabajos académicos[1] señalan que la violencia letal contra las mujeres en nuestro país es el resultado de agresiones previas (físicas y no físicas) que ‘escalan’ en gravedad al no ser detectadas y atendidas a tiempo por parte de las instituciones gubernamentales. Estos antecedentes de violencia ocurren principalmente en los ámbitos familiar y comunitario.
A partir de estos indicios, decidimos explorar dos fuentes de datos: los reportes policiales de homicidio empleados en nuestro estudio Hot Spot Neza: 10 mil cuadras resguardadas por vecinos y las llamadas de emergencia de 2014 a 2018 en Nezahualcóyotl (tuvimos acceso a ambas fuentes gracias a un convenio de colaboración con la Dirección General de Seguridad Ciudadana del municipio). Esto fue lo que encontramos.
La base de datos utilizada en Hot Spot Neza nos muestra que hubo un aumento de 41% en la violencia homicida en contra de las mujeres entre 2014 (17) y 2018 (24). Los dos últimos años del periodo son los más letales, como se aprecia en la siguiente gráfica. Con base en una revisión minuciosa de los reportes policiales generados por el primer respondiente en Nezahualcóyotl, encontramos que el lugar donde se cometen más asesinatos es el interior de una vivienda (39.2%), seguido de la vía pública (35.1%) y, por último, los vehículos particulares (11.3%).
Asimismo, esta misma fuente de datos nos reveló que en Nezahualcóyotl uno de cada tres homicidios de mujeres al interior del hogar son cometidos por la pareja o expareja sentimental de la víctima.
Esto, por desgracia, no nos sorprendió: ya antes hemos descrito cómo los esposos y las exparejas sentimentales son los principales agresores en el entorno familiar en México. Sin embargo, para tener más detalles sobre esta problemática en el municipio de Nezahaulcóyotl, examinamos la distribución de las llamadas de emergencia georreferenciadas realizadas por mujeres, y que reportan violencia familiar por parte de sus parejas/ex parejas sentimentales.
Descubrimos que de 2014 a 2018 se realizaron 2,349 llamadas por violencia familiar. En el 46% de ellas se señala a la pareja o expareja sentimental como el principal agresor; en el resto de las llamadas (54%) el parentesco es variado: primo(a), tío(a), hijo(a), entre otros. Como se observa en la gráfica, la proporción de llamadas en las cuales se señala a la pareja como principal agresor va en aumento hasta 2016 (52%), y a partir de ese año se existe un pequeño descenso, que llega al 46% en 2018.
Es importante mencionar que estas llamadas no se distribuyen por igual en toda la extensión de municipio, sino que se concentran en lugares específicos. Las colonias con más llamadas de emergencia de mujeres por este tipo de agresiones son: Benito Juárez III (94), El Sol (50) Maravillas (40) y Agua Azul (40), tal y como se muestra en el siguiente mapa:
Si comparamos las zonas con mayor cantidad de llamadas de emergencia por violencia familiar con las que tienen mayor cantidad de homicidios de mujeres al interior del hogar, podemos observar que hay similitudes. Por ejemplo, la colonia El Sol es la segunda con más llamadas de emergencia por violencia familiar, y también es la segunda con más homicidios de mujeres al interior del hogar (3).
Esto nos da indicios de que, como señalan Restrepo y Tobón[2], “las muertes violentas de las mujeres presentan manifestaciones del ejercicio de una violencia desmedida previa, concomitante o posterior a la acción delictiva, que evidencia una brutalidad particular en contra del cuerpo de las mujeres. En muchas ocasiones la muerte se produce como el acto final de un continuum de violencia, en particular, en los casos de feminicidio íntimo, que son cometidos por el esposo, compañero permanente, novio, etc. Estos aspectos constituyen algunos de los elementos diferenciadores de dichas muertes con respecto a los homicidios comunes”.
Creemos que un supuesto con tanta elocuencia bastaría para que en nuestro país se explore con seriedad la pertinencia de reconstruir el historial de las llamadas de emergencia que realizaron las víctimas del homicidio al interior del hogar previas al desenlace fatal. También es un motivo más para nuestra insistencia en que los gobiernos locales deben poner más atención en las llamadas de emergencia por violencia familiar, para impedir la escalada a un homicidio. A continuación exploramos la respuesta gubernamental del municipio de Nezahualcóyotl ante la violencia contra las mujeres.
La respuesta del municipio
Actualmente, el municipio de Nezahualcóyotl cuenta con dos Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres. Una se declaró por feminicidios y otra por desapariciones. Con la puesta en marcha de estas alertas, las dependencias estatales y municipales encargadas de la seguridad ciudadana y la procuración de justicia deben coordinarse para elaborar protocolos para prevenir, atender, investigar, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Como respuesta a esta crisis, el gobierno municipal ha puesto en marcha diversas acciones, entre las que destacan:
- Operación del Protocolo de Búsqueda de Personas Desaparecidas (Alba), que busca ubicar a personas con reporte de extravío en un tiempo menor a una hora con ayuda de la Alerta Neza y las redes vecinales.[3]
- Implementación de programas de capacitación y sensibilización para la policía del municipio, así como la creación de unidades especializadas para atender las violencias de género y familiar.
- Fortalecimiento de los mecanismos de protección a las mujeres en el municipio, así como la aplicación de protocolos de actuación cuando se atienda a mujeres víctimas de violencia.
- Recuperación de espacios públicos en los cuales ha existido violencia de género contra las mujeres y niñas.
- Campañas de comunicación e impartición de pláticas para prevenir la violencia física y sexual contra las mujeres y las niñas.
Pese a los esfuerzos gubernamentales: el reto que enfrenta el municipio para contener la crisis de violencia es aún muy grande, a tal grado que la ciudadanía de ese municipio ha impulsado un Centro de Atención Independiente contra la violencia de género[4] en donde se atienden a la víctimas tanto en asesoría como en acciones de difusión y prevención de la violencia a nivel barrial.
En México Evalúa nos queda claro que la atención adecuada de las alertas tempranas es la mejor manera de prevenir la violencia contra las mujeres. Ésas son nuestras recomendaciones…
¿Cómo mejorar la obtención de información del 911 y qué hacer con esa información?
1. Identificar los factores de riesgo y conductas vinculadas a la violencia familiar a través de los mecanismos de justicia cívica y llamadas del 911. La información que se genera sobre los perpetradores —su parentesco con la víctima o las dinámicas de convivencia en los hogares— es muy valiosa y pueden servir para diseñar programas preventivos y focalizados. Existen esfuerzos promisorios a nivel local; por ejemplo, el programa denominado Pulso de Vida, que opera en diversos municipios de Jalisco. Consiste en colocar una pulsera electrónica, monitoreada por la policía, a mujeres que poseen órdenes de protección y que ya han sido víctimas de violencia familiar.
2. Articular y fortalecer las acciones dirigidas a reducir y prevenir feminicidios. Es urgente garantizar el cumplimiento de las medidas y órdenes de protección para las todas las mujeres que han sido víctimas de violencia familiar, así como fortalecer los albergues y refugios, con el objetivo de evitar que las mujeres sean revictimizadas y que el nivel de violencia escale hasta el punto del feminicidio.
3 Evolucionar hacia el trabajo policial orientado a problemas (POP). Recomendamos impulsar el desarrollo de la Estrategia policial de puntos críticos o Hot Spot Policing[1](HSP), una metodología de trabajo policial que se ha convertido en uno de los métodos mejor evaluados para atender delitos vinculados con la violencia contra las mujeres y que tienen un gran potencial para contener y prevenir las manifestaciones físicas y letales de la violencia contra ellas.
[1] ONU Mujeres., Méndez, D. (2017). La violencia feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2016. Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres; Arteaga Botello, N., Valdés Figueroa, J. (2010). Contextos socioculturales de los feminicidios en el Estado de México: nuevas subjetividades femeninas. Revista mexicana de sociología, 72(1), 5–35.
[2] Restrepo, J. A., Tobón García, A. (2011). Guatemala en la encrucijada. Panorama de una violencia transformada. Ginebra: Secretariado de la Declaración de Ginebra, CERAC.
[3] Gobierno Municipal de Nezahualcóyotl (2019). “Refuerza gobierno municipal la estrategia para la atención a personas desaparecidas y a mujeres víctimas de violencia en Nezahualcóyotl”. Boletín de prensa, 17 de diciembre de 2019.
[4] Marie Stopes México. “En Edomex, nace Centro de atención independiente contra violencia de género”.
[5] La estrategia de HSP busca atender pequeñas zonas geográficas (conjuntos de calles o manzanas) en donde se concentran determinados delitos o conductas antisociales. Para atender el problema se pueden combinar estrategias tradicionales como el incremento de patrullaje y la aplicación de la ley de manera focalizada, o estrategias orientadas a la solución de problemas (POP) y la prevención situacional del delito. El HSP ha ayudado a reducir los niveles de criminalidad en diversas ciudades de Estados Unidos y América Latina, sobre todo, cuando se implementa en el marco de estrategias POP.