Para gobernar (en serio)

Laurence Pantin / Animal Político

Seguramente se acuerdan cuándo el actual mandatario dijo que “ningún presidente, creo que se levante, ni creo que se haya levantado, pensando –y perdón que lo diga– cómo joder a México. Siempre han pensado en cómo hacer las cosas bien para México”.

De la misma manera, es de esperar que lo que motive a los candidatos a contender por el más alto cargo público de este país sea la convicción de que puede resolver sus problemas, el deseo de generar mayor desarrollo, certidumbre y bienestar para su población, la ambición de contribuir a que sus habitantes vivan en paz y en un ambiente de respeto a sus derechos.

Desde otro ámbito, México Evalúa busca lo mismo. Por ello, desde hace nueve años nos dedicamos a analizar y evaluar las políticas públicas y a desarrollar recomendaciones basadas en evidencia para mejorarlas. Esta experiencia es la que quisimos compartir en Léase si quiere gobernar (en serio), un libro con propuestas para los candidatos presidenciales que presentamos hoy .

¿Por qué le agregamos “en serio”? Porque, como lo menciona en la presentación del libro nuestra directora, Edna Jaime, citando a Santiago Levy, en México Evalúa estamos convencidos de que el país necesita un verdadero proyecto para salir de su “equilibrio triste”.

Desafortunadamente, en México, como en muchas partes del mundo, las campañas electorales son momentos en los que los candidatos hacen promesas, atacan a los rivales, pelean por tener el primer lugar en popularidad, pero no contrastan proyectos.

Lo que buscamos con este libro es, precisamente, contribuir a poner algunos de los temas que verdaderamente importan y que preocupan a la mayoría de los mexicanos en el debate público. Queremos lograr que la discusión entre los candidatos y sus equipos se centre, por lo menos por un momento, en discutir propuestas, reflexionar sobre el país que queremos y la manera de llegar a éste.

Los siguientes son los diez problemas – y un breve esbozo de las propuestas de solución- que plantean en este libro nuestros investigadores:

1) el enfoque exclusivamente punitivo de la política de combate al crimen, que impide una visión integral del fenómeno y deja de lado la prevención social del delito. Al contrario, consideramos que se debe generar un nuevo marco de gobernanza para la política de seguridad, basado en el diseño de una política criminal integral. Para construir esta política de Estado, se requiere una Instancia Nacional de Política Criminal, que articule instituciones, políticas y la legislación vinculada en la materia en los distintos niveles de gobierno.

2) el fracaso de la estrategia de seguridad, debido a su enfoque reactivo, centralizado y militar. Recomendamos diseñar la estrategia de seguridad pública desde lo local, fortalecer las condiciones y capacidades de las policías municipales, en vez de promover el mando único y de apostar por la intervención de las fuerzas militares para resguardar la seguridad.

3) la debilidad de las instituciones de procuración de justicia, que representa uno de los mayores retos del proceso de implementación de la reforma penal. Por ello, planteamos la necesidad de establecer un modelo de procuración de justicia que consolide el Estado de derecholo que implica instituir una estrategia de priorización en la persecución penal.

4) la debilidad de gobierno judicial que contribuye a la mala calidad de la impartición de justicia. Proponemos entonces fortalecer el gobierno judicial, en particular en los estados, donde planteamos promover instancias realmente efectivas en velar por la independencia de los Poderes Judiciales y en implementar una carrera judicial.

5) los escasos resultados que ha dado hasta la fecha el Sistema Nacional Anticorrupción. Consideramos indispensable hacer más efectivas las instituciones encargadas del combate a la corrupciónmediante el fortalecimiento de sus fuentes de financiamiento, el afianzamiento de sus pesos y contrapesos y el desarrollo de un sistema de compras y contrataciones públicas eficiente, transparente y que fomente la competencia.

6) los sobrecostos, retrasos sistemáticos y propensión a la corrupción que presentan los proyectos de infraestructura pública. Nos parece fundamental generar más valor en la contratación de obra pública, al fortalecer los procesos de planeación y selección de los proyectos de infraestructura, limitar el uso de procesos de contratación distintos a la licitación pública y reforzar la transparencia y rendición de cuentas en los procesos de contratación, la gestión de contratos y la ejecución de los trabajos.

7) la mala calidad del gasto público. Con el fin de fortalecer la disciplina financiera, recomendamos imponer más controles sobre la deuda pública, fomentar una mayor rendición de cuentas sobre el uso de los ingresos excedentes y los ingresos por aprovechamientos, limitar el gasto discrecional del Ramo 23 y a través de fideicomisos sin estructura, restringir el sobrejercicio en gasto superfluo y promover la inversión pública.

8) la necesidad de consolidar la reforma educativa, más allá de la evaluación docente, con políticas que aseguren la calidad educativa y permitan atender los desafíos en materia de infraestructura. Para construir una educación inclusiva, equitativa y de calidadse necesita garantizar la cobertura educativa, hacer permanentes las evaluaciones a alumnos y docentes, así como asegurar la continuidad del Nuevo Modelo Educativo después de la elección y eliminar la corrupción para garantizar un mejor uso de los recursos públicos invertidos en la educación.

9) la barrera a la competencia que representan los regímenes regulatorios, frente a la cual consideramos urgente impulsar la competencia mediante una regulación inteligente. Esto, en particular, al dar facultades a la Comisión Federal de Competencia Económica para presentar acciones de inconstitucionalidad a leyes que contravengan el derecho a la competencia o para analizar el impacto regulatorio en esta materia.

10) la manera en que la amenaza de Donald Trump de anular el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) alteró la garantía de estabilidad que este tratado representaba para nuestro país. Para crear certidumbre más allá del TLCproponemos construir un acuerdo en el que participen todos los sectores de la sociedad y que lleve a la transformación del sector público en todos los niveles de gobierno, mediante la adopción de reglas del juego permanentes y la eliminación de las fuentes de excesiva discrecionalidad.

Estamos conscientes de que nuestras propuestas no abarcan todos los pendientes del país -y reconocemos por ello el gran valor de las ideas que han Pero consideramos que, de implementarse estas recomendaciones, podríamos dar el salto que tanto hemos esperado realizar.