Gasto con perspectiva de género: inflado a inicios de año
Por Mariana Campos (@mariana_c_v) y Jorge Cano (@jorge_eCano) | Animal Político
En el ‘reparto’ presupuestal primero van los programas consentidos del presidente, y después… siguen ellos. Sin embargo, cualquiera replicaría que el gasto enfocado a fortalecer los derechos de las mujeres está en máximos históricos. ¿Es así? Las cosas no son como aparentan.
En el primer trimestre de 2022 las erogaciones del Anexo 13 para la Igualdad entre Hombres y Mujeres llegaron a 99.9 mil millones de pesos (mmdp), un aumento de 57.5% (36.4 mmdp) frente al mismo periodo del año anterior. El problema es que el Gobierno federal incluye varios programas con dudosa perspectiva de género, y éstos son los que precisamente reciben más dinero.
De esos 99.9 mmdp gastados en el Anexo 13, el 86% (86.2 mmdp) lo acaparan cinco programas consentidos del presidente, y de transferencias directas. De ese monto, el 63% (63.3 mmdp) provienen de las Pensiones del Bienestar para Personas Adultas Mayores; el 16.8% (16.7 mmdp) de las Becas para Educación Básica y Media Benito Juárez; el 4.2% (4.1 mmdp) de Producción para el Bienestar; y el 2% (1.9 mmdp) de Jóvenes Escribiendo el Futuro.
Los indicadores de resultados de dichos programas confirman que benefician a hombres y mujeres de forma equitativa. No se explica, entonces, de qué manera “abogan” por disminuir las brechas de género.
Perspectiva obtusa
La perspectiva de género se incorpora desde 2008 en el PEF, pero 14 años después todavía no existe una metodología para que las autoridades clasifiquen efectivamente a los programas presupuestarios que tienen perspectiva de género y que, por ello, deben formar parte del Anexo 13, y decidan cuánto recursos deben registrarse en el mismos. Lo que sí hay es discrecionalidad, la que provoca la inclusión de programas que poco o nada tienen que ver con el objetivo de la igualdad de género.
Incluso si utilizamos la clasificación sobre programas de género de la ONU de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, queda claro que el Anexo 13 del PEF 2022 está inflado. De 71 programas incorporados al Anexo 13, apenas 21 están vinculados al Objetivo 5 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que busca la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, según lo definió la Secretaría de Hacienda en 2018. (Es importante aclarar que desde México Evalúa consideramos que hay siete programas más en el Anexo 13 para la Igualdad que no están vinculados a los ODS, pero que sí implican acciones encaminadas efectivamente a la igualdad de género.) *
Si consideramos a estos 21 programas reconocidos por la ONU (más los otros siete) como los que en verdad ayudan a mejorar la igualdad de género, el gasto con perspectiva de género en realidad es de 3.26 mmdp, tan sólo un 3% del total del Anexo 13 para la Igualdad entre Hombres y Mujeres al 1T22. Tales programas acumulan sólo un aumento del 1.2% (49.4 mdp) frente al mismo periodo de 2021.
Ahora bien, contabilizamos 11 programas específicos para mujeres (que sólo atienden mujeres), los cuales sumaron un gasto de 1.6 mmdp o el 1.6% del total. Dichos programas acumulan un crecimiento de 15% (213 mdp), aunque el mayor aumento se debe al Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras (el cual está basado en transferencias directas), con un gasto de 1.2 mmdp o 23% (233 mdp) más que en 2021. Esto significa que otros programas específicos tienen recortes.
Por ejemplo, el programa de Evaluación del Impacto de la Política Nacional en Materia de Igualdad entre Mujeres y Hombres, de la CNDH, gastó 4.2 millones, 12% menos que en 2021. El programa de Atención a Víctimas, de Inmujeres, gastó 400 mil pesos, 61% menos que en 2021. El de Fortalecimiento de la Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, también de Inmujeres, registra 38 mdp, 54% (45 mdp) menos que en 2021.
Sí hay programas con aumentos, como Prevención de la Violencia contra las Mujeres, de la Segob, con 63 mdp, un aumento de 298% (47 mdp), o el programa de Salud Materna, Sexual y Reproductiva, de la SSA, con 322 mdp, 12 veces (298 mdp) más que en 2021, pero por debajo de lo 766 mdp promediados de 2015 a 2020.
No obstante, dentro de los programas específicos también detectamos cuatro programas de mujeres que no registran gasto en el primer trimestre de 2022: Programa de Igualdad entre Hombres y Mujeres( Sedena), Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) (Bienestar), Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus Hijas e Hijos (Bienestar) y Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género (Inmujeres).
No sobra apuntar que tanto el PAIMEF como el programa de apoyos a refugios de mujeres son programas de los cuales el Gobierno federal tiene menor control y no puede obtener réditos políticos, ya que el primero se basa en transferencias a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (IMEF) y el segundo consta de apoyos a refugios de mujeres administrados por organizaciones de la sociedad civil.
Guarderías, distorsionadas
Finalmente, el gasto en guarderías, uno de los que más podrían empoderar económicamente a las mujeres más vulnerables, se ha recortado o cambiado de forma. Hay que recordar que tanto la Secretaría de Salud como la de Desarrollo Social (ahora Bienestar) tenían un programa de Estancias Infantiles para apoyar a madres trabajadoras. El primero de la SSA gastó en promedio 34 mdp en el primer trimestre, entre 2015 y 2019, y desapareció en 2020. Por su parte, el de Bienestar gastó en promedio 650 mdp al primer trimestre de 2015 a 2019, y posteriormente en 2020 fue convertido en el Programa de Apoyo para los Niños y Niñas de las Mujeres Trabajadoras, basándose en transferencias directas. En 2020 su gasto fue de sólo 256 mdp, pero para 2021 aumentó su gasto a mil millones y a 1,234 millones en el primer trimestre de 2022.
Si bien el actual programa de la Secretaría del Bienestar gastó más de mil millones durante el primer trimestre, frente al promedio de 819 mdp que gastaron en conjunto los programas de estancias de la SSA y el de Bienestar, aquél se basa en transferencias directas y no necesariamente su gasto va al cuidado de los niños y niñas. Además, el presupuesto anual 2022 aprobado para ese programa es menor al observado en 2018. Por otro lado, el servicio de guarderías[1] del IMSS, que efectivamente proporciona el servicio de cuidados, gastó en el primer trimestre de 2022 2.7 mmdp, un 5% (119 mdp) más que en 2021, pero 9% (267 mdp) menos que en 2018, último año del sexenio pasado.
Para decirlo claro: la mayor parte del Anexo 13 está conformado por programas consentidos, clientelares y que poco tienen que ver con la promoción de la igualdad de género. De los pocos programas específicos, el de mayor peso es el que sustituyó a las Estancias Infantiles, pero también tiene una lógica clientelar, al basarse exclusivamente en transferencias directas (como los otros programas consentidos del presidente) y dejar a un lado la importancia del cuidado efectivo. Hay que subrayarlo: las intervenciones en este sentido deben aliviar la ‘pobreza de tiempo’, la cual afecta más a las mujeres, debido al rol de cuidadoras que asumen. Y a eso se suma que los programas enfocados en la atención de víctimas de violencia de género, refugios y fortalecimiento de la sociedad civil especializada en derechos de la mujer tienen caídas o, de plano, han sido recortados por completo al inicio de año.
Fortalecer la lucha por la igualdad de género claramente no está en las prioridades del presupuesto público.
* Anexo
Programas reconocidos por la ONU dentro del Anexo 13: 1. Apoyo Madres Trabajadoras (Bienestar)2. Salud Materna, Sexual y Reproductiva (SSA) 3. Prevención de la Violencia Contra las Mujeres (Segob)4. Fortalecimiento de la Igualdad Mujeres y Hombres (Inmujeres)5. Atención Consular (S.R.E.) 6. Evaluación Política Igualdad entre Mujeres y Hombres (CNDH) 7. Bienestar Integral de los Pueblos Indígenas (INPI) 8. Programa de Mejoramiento Urbano (Sedatu) 9. Articulación de Políticas Integrales de Juventud (Bienestar) 10. Políticas de Igualdad de Género (SEP) 11. Atención a Víctimas (Inmujeres) 12. Dirección, Soporte Jurídico Electoral y Apoyo Logístico (INE) 13. Protección y Defensa de los Derechos Humanos (Segob) 14. Protección de los DH y Prevenir la Discriminación (Segob) 15. Defensa intereses de México (S.R.E)16. Programa de Igualdad entre Mujeres y Hombres (Sedena) 17. Sistema Educativo Naval y Programa de Becas (Semar) 18. Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (Bienestar)19. Refugios Mujeres Víctimas de Violencia de Género (Bienestar) 10. Transversalidad de la Perspectiva de Género (Inmujeres) 21. Becas de Posgrado y Apoyos a la Calidad (Conacyt)
Otros que consideramos que sí abogan por la igualdad de género: 1. Investigación Ciencias Penales (FGR) 2. Investigar Delitos del Orden Electoral (FGR) 3. Formación Capital Humano (FGR) 4. Atención a la Salud (SSA) 5. Actividades Relacionadas a la Igualdad de Género (CNDH) 6. Investigar Delitos contra los Derechos Humanos (FGR) 7. Políticas de Seguridad Pública de la Nación (SSyPC)
Otros reconocidos por la ONU que no suman al Anexo 13, al ser
financiados por recursos propios: Servicios de Guardería (IMSS), Prevención y
Control de Enfermedades (IMSS), Equidad de Género (ISSSTE), Prevención y
Control de Enfermedades (ISSSTE).
[1] El gasto del IMSS e ISSSTE no se suma al total del Anexo 13 de género ya que su programas se financian con ingresos propios de ambos institutos.