ENSU: los robos y la extorsión repuntan en el segundo semestre de 2020

Apuntes de seguridad #8


  • El porcentaje de hogares con alguna víctima de delito se incrementó, al pasar de 21.8% en el primer semestre de 2020 a 28.1%, en el segundo.
  • Aumentó el número de hogares con víctimas de algún tipo de robo, al pasar de 17.9% a 21.6%, en el mismo periodo.
  • El porcentaje de mexicanos que considera que la situación de seguridad seguirá igual de mal o empeorará se mantiene en el punto más alto del sexenio: 66.5%.

Analizamos los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) 2020-IV, elaborada trimestralmente por el Inegi, y encontramos que la inseguridad repuntó en el segundo semestre de 2020.

Repunte de delitos patrimoniales en el segundo semestre

El porcentaje de hogares con al menos una víctima de algún tipo de robo se incrementó a lo largo del año pasado: pasó de 17.9% en el primer semestre a 21.6% en el segundo semestre. Esto equivale a un aumento de 3.7 puntos porcentuales (p.p.).

Si desagregamos por tipo de delito, vemos que la extorsión tuvo el mayor incremento (4.5 p.p.), seguido del robo o asalto en calle o transporte público (2 p.p.), el robo parcial de vehículo (1.5 p.p.) y el robo en casa habitación (1 p.p.).

El incremento de estos delitos coincide con la reactivación de los algunas actividades económicas y el relajamiento de medidas de confinamiento o distanciamiento social durante el segundo semestre de 2020. Como hipótesis de trabajo, se puede decir que al haber mayor flujo de personas y más actividades económicas, aumentan las oportunidades para la comisión de delitos patrimoniales, como los robos.  

Ciudades con mayor incremento de la inseguridad

El incremento de los delitos no se distribuye por igual en las principales ciudades del país. Identificamos, por ejemplo, que Uruapan, Michoacán, tuvo el mayor crecimiento de hogares con víctimas de extorsión entre el primer y el segundo semestre de 2020, al pasar de 10.8% a 25.2%, respectivamente. Esto representa un aumento de 14.4 p.p. Las ciudades o municipios que completan el top 5 de crecimiento de extorsión son Pachuca, Hidalgo (11.6 p.p.), Puebla capital (10.3 p.p.), Atizapán, Estado de México (10 p.p.) e Iztapalapa, CDMX (9.4 p.p.).

En el caso del robo o asalto en la calle o en el transporte público, las demarcaciones con mayor incremento son Naucalpan, Estado de México (13 p.p.), Venustiano Carranza, CDMX (9.6 p.p.), Iztapalapa, CDMX (9.6 p.p.), Tonalá, Jalisco (7.7 p.p.) y Cuautitlán Izcalli, Estado de México (7.1 p.p.).

En cuanto al robo parcial de vehículo, las demarcaciones que registraron el mayor aumento son Benito Juárez, CDMX (8.9 p.p.), Venustiano Carranza, CDMX (8.7 p.p.), Nezahualcóyotl, Estado de México (7.1 p.p.), Naucalpan, Estado de México (6.1 p.p.) y Tonalá, Jalisco (5.7 p.p.). 

Finalmente, los municipios con mayor crecimiento en el robo o asalto en calle o transporte público se concentran, principalmente, en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México; tal es el caso de Naucalpan de Juárez, que aumentó 13 p.p., seguido de Venustiano Carranza e Iztapalapa, con 9.6 p.p.; Tonalá en la Zona Metropolitana de Guadalajara con 7.7 p.p. y, por último, Cuautitlán Izcalli, con un aumento de 7.1 p.p.

Bajas expectativas ciudadanas

Con estas cifras es difícil prever que la seguridad mejorará en los siguientes meses, y esto coincide con las expectativas de los mexicanos: el 66.5% considera que la seguridad seguirá igual de mal o empeorará. Este dato se encuentra en el punto máximo desde que inició la administración del presidente López Obrador, y equivale a un incremento de 18 p.p. respecto a diciembre de 2018 (48.5%).

Previsiones para la postpandemia

Lo que nos indica el incremento en los delitos patrimoniales en el segundo semestre de 2020 es que, en la medida en que se reactiven las actividades económicas y sociales, la delincuencia irá regresando a sus niveles habituales prepandémicos.

Las autoridades deben trabajar de la mano de las comunidades para atender estos incrementos y prevenir la victimización de más mexicanos. Es momento de diseñar estrategias específicas que protejan la integridad física y patrimonial de la población, sobre todo en las principales zonas metropolitanas del país. Ahí es donde el paulatino regreso a la “normalidad” puede generar más inseguridad y violencia.