Temerario
Tras el proceso electoral, viene la transición de administraciones, momento de enorme tensión con enormes riesgos potenciales.
Tras el proceso electoral, viene la transición de administraciones, momento de enorme tensión con enormes riesgos potenciales.
AMLO fue un factor de cohesión y contención, pero desnudó las debilidades del sistema y destruyó sus pocos vestigios de estabilidad.
El sexenio que viene promete ser mucho más complejo, tanto que podría abrir la gran oportunidad de construir una nueva realidad política.
En estas elecciones se juega el futuro del país y la pregunta central es cómo elevar la probabilidad de que el resultado sea benigno.
La justa electoral es una disyuntiva entre dos proyectos contrastantes con evidentes consecuencias para la ciudadanía y para el futuro del país.
Por más que el presidente ha minimizado el daño que la extorsión y la violencia entrañan para la ciudadanía, la próxima presidente no tendrá mayor opción que enfrentarlas.
Las diversas experiencias históricas permiten entender la forma de evolucionar del mundo y el caso de la República de Weimar es particularmente significativo por lo que nos podría decir de México, igual por las diferencias que por las similitudes.
El trabajo es una fuente de desarrollo y autoestima, no de desperdicio ni de desprecio, como implica la aseveración de la candidata morenista de que no es necesario trabajar porque el gobierno debe subsidiar a todo mundo.
El país se encuentra en un limbo respecto a la forma de relacionarse con el resto del mundo y eso tiene enormes implicaciones tanto económicas como para la libertad de la ciudadanía
El gobierno dejará un panorama aciago con el que tendrá que lidiar la próxima gobernante, le guste o no, pero cómo lo enfoca e intenta resolver hace una gran diferencia y es ahí donde reside la importancia del voto.
Luis Rubio (@lrubiof) | Reforma
Hay momentos decisivos en la vida de las personas y de los países que determinan el comienzo de una nueva era …