Nadie está a salvo
Lo que diferencia a un país civilizado de uno primitivo es la solidez de las instituciones que protegen al ciudadano del abuso del gobernante, lo que nos deja muy mal parados.
Luis Rubio / Reforma
“Yo soy Dios” me dijo el flamante procurador. “Esta institución confiere un enorme poder de perseguir o perdonar.” Esas son las …